...Gregory Colbert...
















Aquí os dejo una pequeña muestra de la colección Ashes and snow (Cenizas y nieve) del fotógrafo Gregory Colbert.
Asegura la entradilla del reportaje publicado en EL PAIS SEMANAL que son fotos reales y no montajes.Algunas de las que he podido recoger por internet pueden parecer montajes (por la calidad),y qué! si lo fueran.
Son bellas y mágicas.A mi me han alegrado el dia y la vida un poquito más.Sin duda queda anotado en mi cuaderno de viaje,por la esperanza que me han dado y el silencio que generan dentro de uno.Asi que sólo por eso voy a concederles el beneficio de la duda. :)
Quizá algunos teniais la suerte de conocerle ya.Yo le he descubierto hoy y me ha dejado sin palabras.
A los que no le conozcais...ahí va el enlace a la página web de la exposición : www.ashesandsnow.org

...La niña de pecas y ojos grandes que una vez jugó con el amor...

Mirada solia jugar con el amor.
Amor era rojo, con un pelo fuerte pero suave como la seda y era tierno como un peluche.
Mirada le acariciaba, le susurraba cosas preciosas e increibles, frotaba sus mejillas contra el suave pelo y hundia su nariz para hacerle cosquillas.
No podia dejar de abrazarle...
Mirada salió de casa un dia gris y en el portal un hombre completamente vestido de negro y con bombín le puso delante un espejo...
Mirada no preguntó por el reflejo.No se sorprendió al ver una cara bañada en sangre,no le sorprendió ver sus mejillas llenas de profundos cortes sangrantes.
Solo calló.Dió media vuelta y subió las escaleras esquivando los rastros de sangre y cuando abrió la puerta tampoco preguntó.
Se desangró mirando una pequeña montaña de afilados cristales que estaba donde siempre habia estado Amor...


Sara

...Pies...

Cuando no puedo mirar tu cara
miro tus pies.

Tus pies de hueso arqueado,
tus pequeños pies duros.

Yo sé que te sostienen,
y que tu dulce peso
sobre ellos se levanta.

Tu cintura y tus pechos,
la duplicada púrpura de tus pezones,
la caja de tus ojos que recién han volado,
tu ancha boca de fruta,
tu cabellera roja,
pequeña torre mía.

Pero no amo tus pies
sino porque anduvieron
sobre la tierra y sobre
el viento y sobre el agua,
hasta que me encontraron.